Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO.
Según Mayah Franco, productora cultural, abrir una galería ayudará a conocer el trabajo de los artistas urbanos y expandir el arte contemporáneo ecuatoriano. Los creadores de este proyecto cuentan que la idea es que no solo sea una galería, sino un espacio para conocerse, crear e interactuar con la comunidad quiteña y la que visita la zona de La Mariscal como parte de su agenda turística.
En esta primera muestra se exhibirán ocho obras en pequeño formato que estarán disponibles hasta el 24 de agosto. El artista que abre el espacio es Eme Ese (Mario Sánchez), uno de los pioneros del ‘street art Latinoamerican’ (arte callejero latinoamericano).
Por más de 15 años, Eme Ese ha considerado que Quito es su taller y galería.
Sus vacas -personajes icónicos de su obra- pueden encontrarse en varias ciudades alrededor del mundo. Él se identifica con este animal porque “una vaca daña el ambiente 20 veces más que un automóvil”, según dice. Las creaciones de Eme Ese ayudan a romper una idea clásica sobre el arte. Sus obras se pueden ver en las calles y en los murales y, al mismo tiempo, en galerías de arte. El artista también es tatuador. Él prefiere que sus obras sean plasmadas en la piel humana, mediante diseños exclusivos para sus clientes.
Eme Ese comenta que unirse con Bandidos del Páramo ayuda a que su trabajo sea más aceptado de manera profesional. A pesar de ello, él tiene claro que el objetivo de realizar sus pinturas en las calles es que las personas accedan a una galería urbana en espacios de la vida cotidiana.
Para Eme Ese, trabajar en la calle tiene algo de positivo y negativo.
Las buenas experiencias pasan cuando hay gente que aplaude su trabajo. Del otro lado, también hay personas que estigmatizan este arte catalogándolo como vandálico, a pesar de que tiene una clara propuesta estética. En cuanto a su estilo, él usa la iconografía de sus vacas y los simbolismos para que sus obras tengan una narrativa y puedan contar una historia.
La galería estará abierta hasta el 24 de agosto. El sábado 17 habrá un taller con el artista. Las obras realizadas en este encuentro se expondrán en la clausura de la muestra.